Fotografías Lisa Palomino
Sellos de caucho y tinta sobre papel.
Pared 1: 11mts2, pared 2: 22 mts2, piso: 17,6 mts2.
Total: 50,6 mts2
2018
FLORA ars+natura
Bogotá, Colombia
Este proyecto partió de la investigación de los peinados trenzados de la cultura afrodescendiente en Palenque, Bolívar. En sus orígenes muchos de estos peinados fueron diseñados como mapas de fuga; como un lenguaje no verbal, que transcribían puntos específicos de la topografía, develando en clave las vías de escape durante los tiempos de la esclavitud. El peinado trenzado como instrumento de resistencia, entendido como un sistema complejo, contenedor de un conocimiento cifrado de una cultura, me condujo a pensar sobre la identidad y sus manifestaciones. Así, un estudio sobre la huella dactilar, sus singularidades y características, se inició paralelamente. Este repertorio de formas digitales me permitió ahondar en el sentido de los diseños de los peinados trenzados en relación al territorio.
Investigando los puntos característicos de la huella dactilar, encontré nombres y formas que referían también a la topografía: isla, bifurcación, cruce, empalme, desviación, etc. Así mismo, al observar los peinados desde una vista cenital encontré una asociación formal y directa con la impronta de la huella.
En este proceso, comencé un ejercicio de traducción, dibujando cada uno de los puntos característicos de la huella, combinándolo con elementos propios del paisaje, la naturale-za y el peinado – tales como especies vegetales y semillas -; transformando cada dibujo en un sello.
Partiendo de la impronta de la huella dactilar que se logra a partir de un bajo relieve, decidí trabajar a partir de la técnica del linograbado. Aprovechando la plasticidad del sello, modifiqué las matrices iniciales utilizando algunas partes de las mismas. Insistí en el gesto, en la acción, en la repetición y la superposición; pues mi herramienta predominante es el di-bujo y mi cuerpo. Durante dos años me fui desplazando sobre los pliegos construyendo un territorio, dibujando con el sello y desdibujando el signo a través de su fragmentación; evidenciando así, el proceso temporal de su elaboración, manifestando un recuerdo de lo que queda en la memoria. Al igual que mi gesto fragmentario, la tinta también desdibuja esta pieza de gran formato, al desvanecerse con el tiempo.
Infinito se convirtió en una obra en donde se amplían los significados de una investigación, reproduciendo con los sellos una ficción que extiende la representación del paisaje y fusiona diferentes perspectivas. La obra es el resultado de una acción, un viaje íntimo y emocional del mapa de un sin lugar; es una búsqueda de libertad en el imaginario. La es-cala de este linograbado permite que uno se sumerja en una topografía personal para encontrar una propia, reconfigurando simultáneamente una narrativa que intenta salirse del tiempo lineal para instaurarse en el infinito.